¿Por qué elegí Blogger y no WordPress?

Las semanas anteriores a la creación del blog estuve literalmente comiéndome la cabeza por mucho tiempo pensando en cómo sería el blog, desde el nombre hasta la plataforma en que iba a estar alojado. Me encantaría poder tenerlo en un hosting propio y con un dominio .com pero eso por ahora no es posible.

Así que tenía que elegir alguna de las opciones gratuitas que hay disponibles. Los dos principales contendientes son WordPress y Blogger, pero también consideré otros que podrían servir. Estas son todas las opciones que consideré:

WordPress.com: esta es la que la mayoría de los bloggers del medio recomiendan: es la más fácil de usar y no hay que perder tiempo configurando nada. Además si en algún momento decidiera pasarme a WordPress.org en hosting propio va a ser más fácil. Por contra, es la que más limitada está en su versión gratuita, hay muy pocas plantillas para elegir, no se puede retocar el código HTML y CSS de la plantilla y tampoco instalar plugins. Esto es lo que más me preocupaba, porque siendo desarrollador web  me gusta meter mano en esas cosas para retocar la plantilla y dejarla exactamente como quiero, y con WordPress.com no lo iba a poder hacer. Incluso me metí en un grupo de facebook de WordPress para pedir ayuda y consejos, pero no me había fijado en que ese grupo era sobre blogs profesionales creados para posicionar marcas y esas cosas, así que desde su punto de vista todos me recomendaban que empiece con un hosting barato de 6 dólares al mes con dominio propio. Se ve que ellos jamás tuvieron un blog personal en su vida y no entienden que nadie va a gastar esa cantidad de dinero en un hobbie personal sin ninguna garantía de que lo pueda mantener en el tiempo. La mayoría de los bloggers con blog personal que conozco comenzaron con un blog gratuito antes de tener dominio y hosting propios, así que no veo dónde está lo malo de empezar así.

Jekyll: este es un visitante inesperado en esta lista. No es un gestor de contenidos común y corriente. Es un generador de sitios web estáticos. Se trata de un programa que debe ser descargado a la PC. Las entradas de blog se deben escribir en archivos txt. Luego Jekyll se encarga de recopilar todos los archivos txt de páginas y entradas de blog y genera un sitio HTML estático que puede ser subido a un hosting. El hosting ideal para Jekyll es GitHub Pages, es más, ellos mismos patrocinan Jekyll. Ofrece 1 GB de almacenamiento, transferencia ilimitada y subdominio .github.io gratis. Nada mal para empezar un blog. Además es la solución ideal para cualquiera que le guste programar, porque le da el control de todos los aspectos del blog al usuario. Por contra, 1 GB de almacenamiento se me iba a hacer poco, sobre todo porque en los artículos de reseñas de anime y recomendaciones tenía pensado usar bastantes imágenes, y las imágenes tarde o temprano me iban a terminar comiendo todo el espacio de almacenamiento. Y además con un generador de sitios estáticos hay cosas que no se pueden hacer, por ejemplo suscripciones por email y comentarios en cada post, que son cosas básicas que debe tener un buen blog. Se pueden hacer pero usando servicios de terceros, por ejemplo Disqus para los comentarios y FeedBurner para las suscripciones por email.

Tumblr: también había pensado en esto para mi blog. Es una plataforma que está a mitad de camino entre Twitter y WordPress, y permite modificar las plantillas. Lo que no me gusta mucho de Tumblr es algo que en realidad no tiene que ver con Tumblr sino con sus usuarios: la mayoría lo usa principalmente para microblogging y shitposting, lo cual le da mala fama entre los bloggers “serios”, y no quería que cuando la gente viera que la URL de mi blog termina en .tumblr.com pensara que sería uno de esos tumblrs del montón llenos de frases de libros y gifs animados a mansalva.

Blogger: esta es la última opción que consideré en realidad. Le tenía un poco de miedo porque es un producto de Google cuya popularidad viene en bajada, y Google cuando ve que algo no le funciona como quiere no duda en sacárselo de encima, por lo que tengo la sospecha de que en cualquier momento Blogger se va a venir abajo y voy a tener que mudarme a otro lado. Pero salvando eso es la opción que más libertad me daba en su versión gratuita: miles de plantillas para elegir, y la posibilidad de editar el HTML y CSS de la plantilla a mi gusto hicieron que al final me decantara por esta opción.

A partir de ahí surgió la odisea de buscar una plantilla que me gustara y retocarla. Estuve mucho tiempo buscando la plantilla. Mi idea para este blog era que fuera de estilo magazine, es decir, que en la página principal los posts aparecieran en pequeños recuadros acompañados de una foto y una breve descripción del artículo. Por desgracia las plantillas que encontraba no eran del todo de mi agrado. Así que al final opté por un estilo más sencillo.

Pero mi lado de desarrollador no me permitía conformarme con cualquier plantilla. Me encapriché con Bootstrap: es un framework de CSS y JavaScript muy popular para el desarrollo web. Así que quería una plantilla basada en Bootstrap, pero lo más sencilla posible. Después de mucho buscar, al fin la encontré, es la plantilla que estás viendo ahora en el blog.

Solucionado eso, pasé a pensar en la imagen de cabecera, la disposición de los widgets y esas cosas. Aquí también, pasé muchísimo más tiempo del que esperaba configurando estas cosas, pero más que nada por capricho (lo siento, ¡no puedo evitarlo!). La cabecera del sitio está hecha con un montón de CSS personalizado para generar el degradado de colores y colocar la imagen del faro alineada a la derecha. Y todo esto testeando tanto en PC como en el celular para asegurarme de que todo se viera bien. Es bastante trabajito pero al final quedó bastante decente.

Y bueno, en resumidas cuentas esa es la odisea por la que pasé para armar el blog. Bueno, decir odisea es muy exagerado, porque el proceso fue divertido en realidad, y lo disfruté.



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